lunes, 29 de febrero de 2016

PETE ASTOR SPILT MILK



Siempre ha suscitado en mí curiosidad aunque en realidad nunca haya pasado de ser un adepto superficial ; quizá sus paseos experimentales con cachivaches electrónicos me alejaron de su estela aunque a Pete Astor le hayan servido en su intención de madurar conceptos y asentarlos , al fin y al cabo Pete Astor es profesor en la Universidad de Westminster , un estudioso de la música y la psicología de su escucha ….. y un experto hoy en la destilación de estilo , en la depuración de sonido; así llega Spilt Milk que viene a expresar y reforzar la idea de cómo no tan sólo el tiempo ejerce de filtro cualitativo sino cómo éste es capaz en ocasiones de nivelar lo deliberado y lo involuntario , lo premeditado y lo impulsivo siempre que un creador evoque desde el nivel adecuado , adoptando la mirada desde su propio momento sin falsear otro que ya pasó sin hacer mohín de nostalgia e impostando momentos pasados ,Weather Prophets , The Loft , Wisdom of Harry siempre a rescatar .
 Astor es un hombre inteligente : cree en el intercambio de ideas y sabe muy bien que el saber no es tan sólo teórico sino que precisa ser enriquecido con savia nueva ; es su antiguo alumno James Hoare ( Ultimate Painting , Veronica Falls )en la universidad Goldsmiths de Londres quién le convence para tocar juntos en ratos libres en el estudio casero de éste último , así nace este Spilt Milk de fértil colaboración , que tiene no pocas conexiones en su facturación , en su concepción rítmica con Green Lanes .

El amable jangle de Really Something con el que lo inicia es folk inglés enchufado a la corriente eléctrica limpio y transparente en el que subyace ese optimismo meláncólico tan característico ( Spring Rain es alargada … ) y en la que se desprende una urgencia otoñal que casi no reconocemos ; algo ha pasado , no es el Pete Astor de vena introvertida e intimista de Songbox pero bueno , deberíamos estar ya acostumbrados con quien ha sido siempre un especialista desorientador de críticos dando constantemente pasos arriesgados e inesperados y que es lo que le ha hecho ser quizá demasiado poco visible . A partir de Mr. Music , una suerte de perfecto autohimno y melodía imbatible con sha-la-la seductor y cadencia rítmica persistente , el muestrario que ofrece es una sucesión de suficiencia y solvencia con la que resuelve el reto personal propuesto de jugar con unas reglas poco exigentes y ambiciosas , leche derramada es un trabajo vocacionalmente sincero y cercano , casi familiar , que llega sin hacer demasiado ruido ni aspaviento .
 Es sincero porque el que fuera talento importante de Creation es un hombre maduro que expresa sin tapujos la idea de que vamos fraguándonos con el tiempo aunque tal vez nunca nos hagamos del todo ; My Right Hand , una suite hipnótica de punteo preciso y deje Lou Reed que sostiene un onanismo con pocos eufemismos que recuerda no poco a la fluidez rítmica de The Feelies y la impecable pieza ascendente de noble caligrafía pop Good Enough ( una de las varias favoritas )donde acepta su error y duda si realmente puso todo de su parte en aquella ecuación para salvar aquella relación aunque supiese de antemano el desgaste que disolver tu individualidad en otro supone , son ejemplos de que Astor ya no está a estas alturas muy por la labor de adornar su biografía ; lo hace además con ese modo tan británico de la descripción de varias cosas en una sola frase ( Ray Davies lo enseñó todo ) evitando con flemática habilidad el vergonzante exhibicionismo de la intimidad ; es eso que a los griegos les permitió hablar de igualdad de palabra , de franqueza al hablar una vez establecieron la virtud igualadora de la lógica y la edad ;llega un momento en que uno debería permitirse hacer lo que le dé la gana y a Astor le ha llegado el suyo.
 Es cercano porque en su sonido , aunque sobrio y casi transparente ( irónica Perfect Life ) anida una relativa calma melódica y una tensión rítmica que logra vertebrar lo que en realidad se antoja como un espontáneo y sentido homenaje a Velvet Underground como estilo seminal , en esta ocasión fijada su retina en el periodo que reune los años 69 y 70 , y desde el que tanto Astor como Hoare en este trabajo compartido establecen viejas y nuevas conexiones , unas más sutiles que otras pero todas limpias , de pulcritud admirable ; una admiración común ( la mía también ) por aquella actitud , sonido y manera de hacer que facilita la ( casi ) definitiva destilación del talento de Pete Astor concentrado en este Spilt Milk al que no he logrado acercaros del todo ; quizá todo se concentre en ese pegamento Oh You que lo corona y cuya cadencia , melodía , letra y ritmo insistente encajan y se ensamblan a la perfección , dando como resultado un equilibrio y una unidad muy superior a la suma de sus partes ; eso es acercarse o debería acercarse a la idea de lo que es una buena canción .
 Elocuencia y elegancia sin afectación , clase y estilo el de Pete Astor …. y el de James Hoare .Aprender enseñando , adquirirá estatus con el tiempo .

1 comentario :

  1. Un gran disco del que siempre te estaré agradecido, uno de tantos que me descubriste. Elocuencia y elegancia sin afectación , clase y estilo el de Pete Astor …. y el de James Hoare. Y el de mi apreciado Jesús. Fuerte abrazo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...